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3.5.05 El ruido del teléfono hizo que me despertara sobresaltado; No paraba de sonar y era exasperante, sobre todo cuando uno no tenía ganas de levantarse. Medio dormido todavía, contesté al teléfono: Era Gem. INSTITUTO TECNOLÓGICO DE MASSACHUSETTS (MIT). DEPARTAMENTO DE HISTORIA. SUBSÓTANO 1 BEXLEY HALL CAMBRIDGE, BOSTON. AVDA. MASSACHUSSETS, 46-52 ¡El MIT!. Para todos aquellos científicos que querían entrar a formar parte de la élite mundial de la investigación, era el destino perfecto. Allí ninguna teoría o proyecto se desechaba por raro o imposible que pareciera. Muchos hubieran dado cualquier cosa para poder tener una entrevista con ellos. Lo que le resultaba raro es él por qué se habían fijado en él ahora. Normalmente buscaban estudiantes de último año o recién licenciados, eligiendo a los que mejor expediente tenían o los que tenían un potencial a desarrollar. Y, aunque, me había licenciado brillantemente en Harvard, que al igual que el MIT pertenecía a la ciudad de Boston, no había pensado nunca en la posibilidad de llegar a trabajar allí. Era extrañio que me citaran un domingo, pero si hablábamos del MIT, estaba claro que no seguían un ritmo normal de trabajo. Intentado estar lo más presentable posible, me puse uno de los pocos trajes que todavía estaba limpio. Dejé un mensaje a Gem en el buzón de voz. No contestaba; posiblemente estaría enfadada. Me guardé las llaves del coche y salí de casa. Al ser domingo, suponía que el tráfico sería escaso, lo que comprobé cuando tardé poco más de diez minutos en llegar al puente Longfellow. Cruzando el puente, se encontraba el Campus de la famosa y prestigiosa Universidad de Harvard. El campus era una ciudad en miniatura, con todos los servicios e incluso alguno mas que algunas ciudades de pequeño tamaño. En una de las bifurcaciones, un letrero me indicaba que el Edificio Bexley estaba tres manzanas mas abajo. En el camino, solo vi a dos o tres jardineros, afanados en cuidar las numerosas zonas verdes existentes. Unos quinientos metros mas tarde, me encontré con el edificio. Avancé unos metros mas hasta encontrar un parking cercano. Aparqué en una plaza que especificaba “visitas” y caminé hasta la entrada del edificio.
posted by devorador de cómics at 2:39 p. m.
Llegué a casa, pensando en lo que había ocurrido. Sin duda, este hecho afectaría a la empresa de una manera u otra, pero esperaba que no lo hiciera a ningún proyecto. Después de tomar algo, puse la TV, dejando pasar el tiempo; el día había sido duro y si a eso le añadimos que la noche anterior había dormido poco, necesitaba dormir. Así que a las diez me metí en la cama. Alrededor de las cuatro de la mañana me desperté; Notaba el estómago vacío, por lo que tome un vaso de leche y unas galletas. No tenía ganas de dormir, así que decidí ordenar mis notas de trabajo. Abrí las carpetas y comencé a ordenar los documentos. Al principio no me di cuenta, pero luego observé que unas de las hojas que aparecía no era mía. Eran unas anotaciones a mano; aw@ 17457 Las miré detenidamente; no sabía ni lo que significaban ni que hacía allí con los demás documentos. Lo primero que pensé es que el Sr. Mainport lo hubiera puesto allí para que pasara desapercibido. “Calma Bruce, hay una explicación mas lógica” pensé recostándome en el sillón. Seguramente tantas películas acerca de conspiraciones hacían que mi imaginación volara. Era más lógico pensar que ese folio en concreto lo hubiera escrito alguien del departamento y lo hubiera dejado con la demás información sin querer. Seguramente no significaba nada, y lo volví a dejar con los demas papeles. Casi sin querer, me volví a quedar dormido en el sofá.
posted by devorador de cómics at 1:36 p. m. |
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