ET ARCADIA REGO: DOMINGO 20 DE NOVIEMBRE(5ª PARTE)

Llegué a mi piso a eso de las cuatro de la tarde. La llave no estaba echada, así que pensé que Gem habría llegado ya. Efectivamente, estaba en el sillón viendo la TV.
- Bruce, cariño, tenía muchas ganas de verte- Dijo Gem mientras se acercaba para besarme- ¿ Donde estabas? He llegado hace un rato y como no estabas te he llamado al móvil y no contestabas.
- No pasa nada- dije mientras la abrazaba- Si te cuento lo que ha pasado no te lo vas a creer. Mira- le enseñé el cheque.
- ¿ Y esto?- su voz sonaba incrédula.
- Nuestro pasaporte para viajar por el mundo. Resulta que el tal Mainport era un sujeto de cuidado. Debe estar metido en algún tipo de problema de robo de tecnología. La cuestión es que tenía algún tipo de información en su poder y le habrían descubierto. Creo que la visita que le hicieron el día que se suicidó tenía algo que ver. El caso es que antes de suicidarse me entregó un CD que tiene la información que había robado o conseguido. Y solo por entregarlo, nos dan ¡un millón de dólares!. ¿ No te parece maravilloso?.
- Bruce, seguro que es algo ilegal, ¿No te parece raro todo esto?-Dijo con voz vehemente- Sería mejor que hablaras con la policía.
- ¿ Para qué?. Seguramente, tendría que explicar por qué me lo quedé, y quien me ofrece el dinero. Es mejor de esta manera.
- No me parece buena idea- dijo lamentándose.
- Bueno, no se hable más. ¿ Te parece que comamos algo fuera?- Dije mientras cogía su abrigo.

Comimos en Rigoletto, un italiano de moda. Como el sol quería aparecer de entre las nubes, dimos un paseo por el parque. Todo iba a empezar a ir bien; después de no tener trabajo, y con la cuenta en números rojos, de repente el futuro pintaba bien. Hasta pensaba en la posibilidad de casarme. “Ahora no hay excusa posible” pensé mientras abrazaba fuertemente a Gem.

Alrededor de las siete comenzaba a anochecer y entramos en una cafetería. Nos hacía falta un café; Aunque no llovía, el frío se metía en el cuerpo cuando llevabas un rato caminando.
- Gem, mañana te despides de la biblioteca. No nos hará falta trabajar nunca más. ¿Qué te parece?- dije intentando ser lo más persuasivo posible- Podríamos viajar, comprar una casa mejor para los dos, casarnos...
- ¿Casarnos? ¿ De verdad?-dijo con voz ilusionada.
- Claro, desde ahora no tendremos que preocuparnos de nada.
- Acepto, Sr. Nowland. Pero dame una semana para arreglar lo del trabajo. Sabes que llevo toda la parte administrativa y me gustaría dejar a una persona al tanto de todo. Espera a que llame y se lo cuente a mis padres, ¡No se lo van a creer!.
- Pero no les digas nada del cheque por ahora.
- Pero Bruce... -dijo lastimosamente.
- Ya lo sabrán a su tiempo, ahora es mejor esperar.
Aquella noche celebramos nuestra suerte. Sobre la una de la madrugada Gem, cayo rendida y se durmió. Mientras dormía, saqué el CD del abrigo y le eché un último vistazo. ¿ Que sería lo que contenía?. La curiosidad venció mis reticencias, y me dispuse a comprobar su contenido. Fuera lo que fuese sería tan importante como para que alguien no reparara en pagar una exhorbitante suma de dinero. Encendí el ordenador, lo inserté y pinché en el menú para explorar la unidad. No conseguí ver nada, sólo series de números y letras totalmente descolocados. “ Supongo que estará cifrado” pensé. Aunque no me interesaba lo mas mínimo, él haber sido aficionado en los primeros años de Universidad a la creación de algoritmos, debería poder ayudarme a encontrar algún tipo de patrón.