ET ARCADIA REGO: 21 abril 2005

La dirección era correcta, pagué al taxista y entré en el edificio. Después de meses de intensa búsqueda, por fin tenía una entrevista de trabajo seria. No conocía muchos detalles acerca de la oferta, pero dada mí situación no estaba en condiciones de preguntar.

Una vez dentro, busqué algún panel informativo en el que confirmar la planta en la que estaba. “No aparece el nombre de la empresa en ninguna planta, será que se han mudado hace relativamente poco” pensé mientras buscaba algun otro cartel que me pudiera ayudar. Al final del pasillo, había un puesto de información y pensé que era mejor preguntar directamente en él, que seguir dando vueltas. El guardia de seguridad me indicó que TriSoft, estaba en la 2ª planta. Parecía malhumorado, como sino fuera la primera persona de la mañana que le preguntaba lo mismo.

Con desgana, señaló donde estaban los ascensores y después de darle las gracias, me fui hacia ellos. No pude evitar mirarme en un espejo: traje gris, camisa y corbata a juego... Recordaba que no hacía mucho ese era mi aspecto y como habían cambiado algunas cosas en relativamente poco tiempo.
Esperé a que llegara el ascensor, sin poder evitar echar un vistazo a mi alrededor. Todas aquellas personas parecían cortadas por el mismo patrón; Traje oscuro, móvil por el que no paraban de hablar y la sensación de estar muy ocupados.

Cuando el ascensor llegó a la segunda planta, salimos a un pasillo que terminaba, tanto a la izquierda como a la derecha, en dos puertas con un cartel donde se podía leer “Bienvenidos a TriSoft”.
Deduje que todo el 2º piso pertenecía a TriSoft, lo que me pareció bastante sorprendente; aquella zona no era de las que diríamos “económicas” y los alquileres se habían disparado en los últimos años y toda una planta daba buena cuenta de la buena marcha de la empresa. Me dirigí a la puerta de la izquierda y aparecí en medio de un hall. Lo habían adecuado a modo de sala de espera, donde uno se podía sentar a esperar a que le llamaran. Me acerqué a un mostrador que parecía la recepción y le indiqué a la recepcionista que tenía una cita a las diez de la mañana.
- ¿Me dice su nombre?- me preguntó
- Bruce Nowland, estaba citado para una entrevista de trabajo.
- Espere aquí un momento a que le llamen- Me indicó amablemente.

Me senté en un sillón, al lado de un hombre, que tal y como iba vestido tenía que ser otro aspirante a la oferta. Al poco tiempo de estar sentado, le indicaron que le esperaban en la 2ª puerta a la izquierda. “Supongo que no seré el único al que entrevisten” pensé mientras ojeaba una de las revistas que había repartidas encima de una mesa, tratando de pasar el tiempo.
Al cabo de media hora salió el hombre que había estado sentado a mi lado y me nombraron. “Las mismas instrucciones, 2ª puerta a la izquierda, supongo que somos mas de uno los que hemos contestado” pensé al levantarme.
Me dirigí a la puerta y aunque ponía un cartel con “pase sin llamar”, toqué dos o tres veces.
- Adelante, pase- La voz era grave, con un tono fuerte.
- ¿Bruce Nowland?; Siéntese, por favor- Dijo mientras terminaba de rellenar una ficha.
- Sí, ¿qué tal?- Se me notaba un poco nervioso.
- ¿Fuma?- Me pregunto mientras se encendía un cigarrillo.
- No, lo dejé hace tiempo- Dije pensando que llevaba 3 meses sin probar un cigarrillo.
- Bien Sr. Nowland, saber usted que estamos buscando a un analista informático para un nuevo departamento en nuestra empresa, y francamente estamos impresionados con su currículo.- Dijo mientras echaba un vistazo en mi ficha- Aparece que estuvo cinco años en IBM en investigación y desarrollo de nuevas tecnologías, ¿ no es así?.
- Así es, en concreto me dedicaba a la seguridad de software; Protección contra virus, verificación usuarios...
- ¿Y cuál fue la causa de su salida de la empresa?- El entrevistador buscaba mi reacción ante aquella pregunta.
- Cierre del departamento. Uno de los proyectos asignado a nuestro departamento, se convirtió en un sonoro fracaso para nuestros inversores, así que no quedó mas remedio que desmantelar el programa. Se nos recolocó en otros departamentos, aunque al poco fuimos indemnizados y despedidos la mayor parte de las personas que estuvimos relacionados con el proyecto.
- Sr. Nowland- dijo acercándose hacia la mesa apoyando los codos, buscando mayor complicidad- Llevo dos días realizando entrevistas, pero ya he encontrado la persona que buscaba. Si quiere puede empezar mañana mismo. Como su departamento todavía está en proceso de renovación, mañana le daremos un despacho donde poder comenzar a trabajar. Claro está, si está usted de acuerdo.
- ¡Por supuesto que sí!- dije exhultante.
- Entonces mañana empieza en su nuevo trabajo, Sr. Nowland. En el transcurso de la mañana nos pondremos en contacto con usted para firmar el contrato-dijo finalizando la entrevista.

El entrevistador se levantó de su asiento, y me acompañó hasta la puerta donde se despidió de mí.
- Bienvenido a bordo, Sr. Nowland. Hasta mañana.
- Hasta mañana entonces.

El día transcurrió sin más. Compré un periódico e hice tiempo en una cafetería, esperando que llegara el mediodía. Había quedado con Gem para comer, y todavía me quedaban dos horas.
Gem trabajaba en la Biblioteca Pública de Boston, y como quedaba a dos manzanas de donde yo estaba, decidí ir paseando tranquilamente. Aunque el día era soleado, se notaba que se acercaba el invierno y el aire era más bien frío.
Llegué a la biblioteca media hora antes de lo que habíamos quedado, así que, aunque sabiendo que no le gustaba, me acerqué a saludarla.
- Srta. Por favor, buscaba un tratado titulado “Como conquistar a una morena en quince días”, ¿Le suena?- Dije intentando disimular la risa.
- Si, busque en mitos y leyendas, allí puede encontrar algo- Me dijo mientras me miraba con cara de pocos amigos- Sabes que no me gusta que vengas a verme al trabajo, ¿Por qué te empeñas en hacerlo?
- Hoy tengo un buen motivo, me han dado el trabajo. Mañana empiezo, con despacho incluido.
- Me alegro mucho, pero ahora me cuentas todo, espera a que salga.

Gem se enfrascó nuevamente en lo que estaba haciendo antes de interrumpirla.Me senté lo suficientemente lejos para que no la pudiera distraer. “Las gafas le dan un aspecto mucho más atractivo” pensé mientras la miraba.

Cuando salió le dijo algo a Jim; Jim era el guardia de seguridad de la biblioteca y aunque normalmente su trabajo era bastante monótono y aburrido, él lo desempeñaba como si estuviera custodiando la mismísima reserva federal. Le dije a Gem que cogiera el abrigo, que hacía algo de frío. Tenía el pelo suelto y un aire destartalado, pero aún así no podía disimular su belleza. Pelo rizado, delgada, siempre se estaba quejando de su altura, pero a mí me parecía bien como estaba.

Nos habíamos conocido unos 2 años atrás, mientras estudiaba un curso sobre Seguridad en Internet. Como la biblioteca estaba cerca de la academia y llegaba con una hora de adelanto, me pasaba por allí y aprovechaba para echar una ojeada a los apuntes del curso y no quedarme rezagado. Así que, poco a poco, mi cara se le fue haciendo familiar a Gem, que por aquel entonces acababa de llegar a la ciudad, hasta que un día la invité a tomar un café y comenzamos a salir.

Salimos de la biblioteca y nos dirigimos a un restaurante chino que había en la esquina.
Era un buen sitio y se comía relativamente bien y no era excesivamente caro, por lo que a esas horas, una del mediodía, se empezaba a llenar de oficinistas.
- Entonces, empiezas mañana- Me dijo Gem mientras me cogía las manos.
- Si, a las ocho, pero no me han explicado nada acerca de lo que tengo que hacer, pero me han dicho que es un departamento nuevo y que no estaba montado todavía.

Mientras hablábamos pedimos pollo frito y pasta. No era mi comida favorita pero a Gem le chiflaba la comida china.
- Bruce, ¿ Has pensado ya en lo que vas a hacer este fin de semana?- Gem me apretaba las manos mas fuertemente.

Como los padres de Gem no vivían en la ciudad, cada cierto tiempo les visitaba. Yo, todavía no los conocía, y le habían insinuado a Gem que ya era hora de que los conociera, y que la próxima vez que fuera a visitarlos fuera con ella.
- Bien, quería tener tiempo para ver que tipo de proyectos íbamos a llevar a cabo en TriSoft y el fin de semana era un buen momento, pero si no hay mas remedio...
- ¡Bruce!- Elevó un poco el tono de voz, dándome a entender que aquello era importante para ella.
- De acuerdo, de acuerdo, de todas formas no creo que tengamos mucho que hacer.

Terminamos de comer y acompañé a Gem de nuevo a la biblioteca. Como parecía que el sol calentaba un poco más, decidí dar un paseo por El “Boston Commom”. A esa hora, el parque se llenaba de estudiantes y mujeres con niños, además de toda la jungla de ciclistas, skaters...

Llegué a casa a eso de las ocho. Se me había hecho tarde y me había entretenido mas de lo normal en el parque. Miré si tenía algún mensaje en el contestador; Tenía uno de mis padres en el que se quejaban de lo poco que me veían y uno de Gem, en el que me decía que hoy no se podía pasar a cenar por mi casa, porque había quedado con Laura para charlar un rato y hablar de “cosas de chicas”.

Pedí una pizza, y revisé el correo, pero no había nada interesante, solo facturas y una carta en la que me decían que tendría un millón de dólares si llamaba a un número antes de 24 horas. “ Menudos estafadores, pobre de la gente que llame”.
Como tendría que madrugar, me acosté pronto, pensando en que mañana el día sería especialmente duro.